La anestesia tiene como objetivo inducir temporalmente la pérdida total del conocimiento del paciente, principalmente en situación de cirugía. Esto se obtiene a través de la correcta administración de fármacos. Una dosificación y mezcla de gases ajustadas dependen de la precisión. El médico necesita una alta precisión para controlar la frecuencia respiratoria del paciente. El caudal solicitado es muy alto, a muy baja presión.